El desarrollo del sistema visual en los niños se inicia prácticamente en el momento de la fecundación. Hacia los 22 días de vida del embrión ya aparecen los primeros indicios de lo que acabarán siendo los ojos del bebé.
Las anomalías congénitas oculares por alteraciones en el desarrollo del feto durante el embarazo pueden aparecer hasta en un 2-3% de recién nacidos.
Después del parto los ojos del bebé ya están completamente formados. La visión del niño/a todavía tardará años en madurar por completo. A partir del nacimiento tu bebé empezará a desarrollar su sistema visual poco a poco. Su cerebro deberá aprender a formar las imágenes que se reflejan a través de la luz en su retina. Irá aprendiendo a mover los ojos cuando algún objeto le llame la atención, a reconocer vuestra cara, a diferenciar los colores y a desarrollar la visión en tres dimensiones. La madurez visual se alcanza entre los 8-9 años de edad.
Cualquier trastorno visual que aparezca durante la etapa pediátrica y no sea diagnosticado puede repercutir de forma negativa en la visión del pequeño/a.
Los niños están acostumbrados a que su visión es la “normal”. Sea cual sea su visión, su cerebro está acostumbrado a ver de esa forma, con lo que no suelen quejarse si tienen algún problema visual.
En los niños/as menores de 3 años, las revisiones al pediatra juegan un papel fundamental para la detección precoz de algunos problemas oculares. Los padres y el resto de la familia, también tienen un papel importante, ya que suelen ser las personas que más horas pasan con el pequeño a esa edad, y muchas veces sois los primeros en detectar posibles anomalías.
A partir de los 3 años una vez iniciada la escolarización, es muy importante estar atentos al desarrollo del pequeño desde casa, con el pediatra así como desde el colegio. En ocasiones los padres vienen referidos directamente desde la escuela porque les han comentado que su hijo/a tiene un desarrollo escolar más lento de lo que debería. Esto puede verse con dificultades en la lecto-escritura, inatención en clase o incluso por dificultades sociales con el resto de compañeros.
¿Cuál es el momento ideal para llevar a tu hijo/a a su primera revisión oftalmológica?
Si no hay ningún síntoma de alarma y las revisiones pediátricas son correctas, os recomiendo una primera visita con el oftalmólogo antes del año de edad.
Durante los primeros 6 meses de vida, puede ser que veas que tu bebé tuerce los ojos de forma puntual. A esa edad su cerebro está aprendiendo a fusionar las imágenes de los dos ojos con lo que estas pequeñas desviaciones ocasionales pueden formar parte del desarrollo visual correcto. Durante el primer año de vida, el oftalmólogo revisará que todas las estructuras encargadas de la visión sean correctas y que el desarrollo visual sea el adecuado a la edad del pequeño/a.
A los 3 años es otro momento clave en el que todos los niños deberían realizar una valoración oftalmológica. A esa edad los niños empiezan su etapa escolar y es importante descartar problemas visuales que puedan repercutir en su progreso de aprendizaje. Ya pueden colaborar con los test de agudeza visual (nos permiten cuantificar cuánto ve el niño/a) y podremos realizar una exploración mucho más completa. Podremos descartar posibles problemas visuales que pasen desapercibidos como el ojo vago o el daltonismo.
Una vez empezada la escolarización, un control anual con el oftalmólogo pediátrico permite hacer un seguimiento del desarrollo visual de los más pequeños hasta que éste haya terminado correctamente.
Ahora ya tienes claro cuándo llevar a los más pequeños a su primera revisión con el oftalmólogo.
¿Cuáles son los síntomas con los que sospechar alguna alteración en el desarrollo visual de tu pequeño/a?
Aquí tienes una lista de los principales síntomas a los que debes prestar atención y por los que consultar a un oftalmólogo en cualquier momento:
- Si le ves el reflejo pupilar blanco o alterado (puede verse con la pérdida del reflejo naranja de la pupila en las fotos)
- Si notas que tuerce los ojos
- Si no sigue objetos con la mirada ni tiene interés ellos
- Si tiene lagrimeo o legañas a diario
- Si tiene el párpado caído
- Si hace un movimiento repetitivo con los ojos
- Si parpadea más frecuentemente
- Si se acerca mucho al papel o a la TV
- Si se queja de dolor de cabeza de forma habitual
- Si cae o tropieza de forma habitual
Espero que éste post te haya sido de ayuda para resolver dudas y aprender un poquito más cómo es el desarrollo visual en los niños/ñas. Si todavía tienes alguna pregunta puedes hacérmela directamente en el link que te dejo aquí abajo.
¡Nos vemos en el siguiente post!