» Mantener una correcta higiene de párpados.
Al igual que mantenemos una higiene facial a diario para cuidar nuestra piel, los párpados también debemos cuidarlos con mucho mimo. Existen múltiples tipos de productos en la farmacia para el cuidado y la higiene palpebral, toallitas, jabones, geles, etc. Deben ser siempre productos oftalmológicamente testados y adecuados a la piel del párpado (que es más sensible que la piel del resto de la cara). Escoge el producto que mejor se ajuste a tu gusto, pero sobretodo acuérdate de realizar una higiene de párpados y pestañas 1-2 veces al día e incluirlo en tu rutina diaria. En caso de que tengas algún tipo de molestia o patología palpebral o oftalmológica, te recomiendo consultar con tu oftalmólogo para que te recomiende una rutina más adecuada y personalizada.
» Desmaquillado minucioso.
Si utilizas maquillaje en los párpados y pestañas a diario, acuérdate de retirarlo de forma exhaustiva. Los productos como las máscaras de pestañas o los “eyeliners” favorecen la obstrucción de las glándulas de meibomio si no se retiran de forma adecuada.
» Evita el estrés y la falta de sueño.
Estos dos factores pueden agudizar los síntomas de la blefaritis y favorecer un desequilibrio del funcionamiento de las glándulas de Meibomio ayudando a la aparición de orzuelos y chalaziones en las personas propensas a ello.
» Cuidado con los desequilibrios hormonales.
Los cambios hormonales pueden incidir en un mal funcionamiento de las glándulas sebáceas y entre ellas se encuentran las glándulas de Meibomio palpebrales.